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16/09/2020 | 6 minutos

Planes de pensiones de renta fija: ¿cuál es su rentabilidad?

¿Sí o no a los planes de pensiones de renta fija?

¿Sí o no a los planes de pensiones de renta fija?

Eres buen ahorrador, lo sabemos. Has ido guardando un poquito cada mes en tu hucha con forma de cerdito rosado para poder disfrutar de una buena jubilación. Por eso, a la hora de elegir un plan de pensiones, la rentabilidad de los planes de pensiones de renta fija serán una de las cosas que más te preocupen. Pues para esto estamos aquí, para resolver dudas y dejar claros los puntos básicos de este tipo de planes de pensiones. ¡Vamos al lío!

 

¿Qué son exactamente los planes de pensiones de renta fija y su rentabilidad?

 

Los planes de pensiones son una forma de ahorro de cara al futuro (más o menos lejano) y los que llamamos “de renta fija” invierten ese ahorro en activos de renta fija, básicamente emisiones de deuda, tanto pública (letras del tesoro, bonos y obligaciones del estado) como privada (pagarés de empresa, obligaciones, etc.)

El término fija, significa que la rentabilidad es conocida de antemano junto con las condiciones de devolución del “préstamo” que supone invertir en estos activos, a qué plazo se devolverá el capital, qué cantidad, intereses, etc. Por el contrario, en la inversión renta variable (acciones), el rendimiento no está predefinido ya que depende de la evolución del negocio y del mercado.

Los activos de renta fija son inversiones cuya rentabilidad es previsible y, por consiguiente, son más estables y presentan menos riesgo, pero también son menos rentables (a mayor riesgo, mayor potencial de rentabilidad).

 

¿Cómo puedo saber cuál va a ser la rentabilidad de mi plan de pensiones de renta fija? 

 

Un plan de pensiones de renta fija combina inversiones en varios de estos activos, con precios, vencimientos, intereses, y riesgo diferentes, y a medida que estas inversiones vencen las va sustituyendo por otras, por lo que no podemos decir que un plan de pensiones de renta fija tenga una rentabilidad prefijada, ya que es una combinación de todas sus inversiones que va variando en el tiempo.

Diariamente se valoran todas las inversiones en cartera a valor de mercado (al precio al que se vendería en un hipotético caso ese bono o esa letra en el mercado en ese día) y con la suma de todas ellas se calcula el valor liquidativo del Plan, o valor de la participación que se utiliza para cuantificar el ahorro acumulado en el plan de pensiones de cada ahorrador, por lo que pese a ser renta fija y ser más estable, hemos de saber que nuestro ahorro puede oscilar al alza y a la baja y que varía cada día.

Por ello conviene que cada cierto tiempo revises tu plan, habla con tu gestor, el conoce el mercado y aunque no puede ver el futuro, puede darte información más que interesante de cómo se ha comportado en el pasado y con las perspectivas que se manejan en estos momentos recomendarte las opciones más adecuadas a tus necesidades.

 

Entonces, ¿de qué depende la rentabilidad de los planes de pensiones?

 

Depende de muchas cosas: del plan en sí, del plazo, de en qué se invierte, del riesgo que se asuma… Por ejemplo, la renta fija pública suele dar menor rentabilidad que la renta fija privada, ya que la primera tiene menos riesgo. En cambio, la privada siempre podrá variar en función del rating y solvencia del emisor, por ejemplo. 

También debemos contar con una buena gestión de nuestro dinero. Es importante... ¡¿qué digo importante?! Es crucial ponerse en manos de una buena gestora que cuide de tu dinero como su fuese suyo. 

Y, ¿dónde invierte mi gestora? 

 

Para poder hacernos una idea del riesgo que asumimos y del dinero que podemos ganar (o perder, Dios no lo quiera), debemos saber dónde invertimos y los plazos de esas inversiones. 

  • Planes de renta fija a corto plazo: Invierte en letras del tesoro o pagarés de empresas y la duración media de la cartera será de dos años como máximo. La rentabilidad será bajita, porque así es su riesgo.
  • Planes de renta fija a largo plazo: Invierte en obligaciones, bonos y cédulas hipotecarias y el plazo medio siempre será mayor a dos años.

Pero, si ninguno de los dos planes te convence al 100%, siempre puedes hacer un mix de ellos. Estas son las opciones que tienes:

  • Planes de renta fija mixta: Destinan un 30% de la inversión a renta variable, así, podrás aumentar tu rentabilidad sin correr un riesgo excesivo.
  • Planes de renta variable mixta: Destina entre un 30% y un 75% a los mercados de renta variable. Lo que conlleva mayor riesgo, pero también mayor rentabilidad.

Con toda esta información, sólo me queda darte mi humilde consejo: invierte en renta fija si tu edad de jubilación está más cerca que lejos (es decir, a partir de los 58-60 años más o menos). Ya que, aunque menos rentable es más estable y en el momento que vayas a cobrar el Plan no corres el riesgo que por un vaivén de mercado pierdas parte de tus ahorros sin margen de tiempo para que se recupere.

 

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