12/09/2020 | 5 minutos
Todos visualizamos la jubilación como algo maravilloso, con tanto tiempo libre para dedicarlo a esos hobbies que siempre nos han gustado… Y, para poder disfrutar de eso con tranquilidad y sin preocuparnos por el dinero, la mejor forma de hacerlo es empezando a ahorrar desde ya mismo. Una de las formas más habituales es abriendo un plan de pensiones de renta variable, que pagas mes a mes, prácticamente sin enterarte, y que cobrarás durante tu jubilación como extra a la pensión pública. Pero, veámoslo en detalle.
Son productos cuya estrategia de inversión consiste en invertir un mínimo del 75% de la cartera en acciones, es decir, en empresas que cotizan en bolsa. Se puede invertir en compañías a nivel mundial, por países concretos o por continentes. Y dentro del tipo de empresa que hay en bolsa, podemos invertir en petroleras, eléctricas o empresas de cualquier otro sector.
Este tipo de planes está pensado para aquellos que empiezan a ahorrar con mucho tiempo, los más previsores. La rentabilidad histórica de los mismos es de las más altas que hay, pero también el riesgo, ya que la evolución de la Bolsa puede llegar a generarnos ciertas pérdidas. Por eso, es aconsejable contratar planes de pensiones de renta variable sólo si se piensa recuperar ese dinero en unos 10 años (como mínimo) o más, ya que a largo plazo la rentabilidad acumulada puede ser muy superior a otros tipos de inversión pese a los vaivenes que hayan tenido por el camino.
“Son productos cuya estrategia de inversión consiste en invertir un mínimo del 75% de la cartera en acciones, es decir, en empresas que cotizan en bolsa.”
Los gestores conocen el mercado, lo estudian cada día y pasan horas revisando carteras y rentabilidad de las mismas. Así, son ellos quienes deciden con su expertise cómo mueven nuestro dinero de los planes de pensiones de renta variable para obtener el mejor rendimiento posible siguiendo unos parámetros (normas) que marca la política de inversión del plan y que deben respetar.
Así, la política de inversión puede establecer un mercado geográfico concreto, unos sectores o tipos de empresas, divisas, inversión con criterios ASG (socialmente responsables), invertir directamente en acciones, o hacerlo a través de fondos de inversión de renta variable, o ambas, u otras reglas que el inversor debe conocer y puede consultar en el documento de la Política de inversión antes de contratar el producto.
También tiene los datos del histórico de rentabilidades anteriores que, aunque no nos aseguren una rentabilidad de ese producto a día de hoy, sí que nos dan información útil de valor sobre su evolución.
Siempre hay alternativas para todo, también en lo relacionado con el ahorro para tu jubilación. Si ya te temblaban las piernas pensando en el riesgo de la renta variable, es que este tipo de planes no son para ti. Pero tranquilo, que puedes seguir contratando un plan de pensiones con menor riesgo. Existen:
¿A que ya no se te queda cara de póker cuando te hablo de planes de pensiones de renta variable? Seguro que lo empiezas a ver como una forma de ahorro para tu futuro de los más factible. Y, lo cierto, es que lo es. Así que, sigue mi consejo y empieza ahora a pensar en el mañana. Tu “yo” del futuro lo agradecerá.
No todo el mundo tiene las mismas necesidades, y queremos que encuentres la solución que mejor se adapte a tu situación.