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22/06/2020 | 5 minutos

¿Qué diferencias hay entre la renta fija y la renta variable?

¿Existen diferencias entre la renta fija y la renta variable? Ya lo creo que sí

¿Existen diferencias entre la renta fija y la renta variable? Ya lo creo que sí

Tienes unos ahorrillos en el banco y, como siempre dice tu cuñado “el dinero no puede estar parado”. Así que decides empezar a “moverlo” y, al informarte de las diferentes alternativas que tienes, te encuentras con la primera de muchas dudas a la hora de decidir en qué tipo de producto invertir: ¿Cuál es la diferencia entre la renta fija y la renta variable? Pues bien, resolvamos esta duda para que puedas tomar la decisión que mejor se ajuste a tus necesidades y así elegir el mejor de los productos. 

Principales diferencias entre renta fija y renta variable.

 

1. Como instrumentos financieros:

Ambos tipos de renta los componen diferentes instrumentos financieros. Cuando invertimos en productos de renta fija, nos referimos a la inversión en deuda (o bonos), que bien pueden ser emitidas por entidades públicas (el Estado o las Comunidades Autónomas) o privadas (bonos, pagarés…), cuyos intereses están ligados a una fecha de vencimiento establecida. 

Por otro lado, cuando invertimos en renta variable, lo hacemos en acciones de una entidad privada que cotiza en bolsa, por lo que nuestra relación con ella no estará ligada a ninguna fecha límite. Al invertir en renta variable, el inversor pasa a formar parte de esta entidad, ya que ha comprado un porcentaje de ella, por lo que, si gana uno, gana el otro, y viceversa. 

2. Según el perfil de los inversores:

Dime qué riesgo quieres asumir y te diré qué tipo de inversor eres. Esta frase resume bastante bien lo que te voy a explicar ahora.

Una persona que no quiera asumir un gran riesgo tiene un perfil más conservador. Quiere obtener rentabilidad pero sin la posibilidad de perder la mayor parte de sus ahorros. 

Sin embargo, una persona que no tenga miedo a correr riesgos (y que también se lo pueda permitir), invertirá en renta variable. La rentabilidad que tendrá puede llegar a ser realmente elevada, pero también lo serán las probabilidades de perder dinero. Esto puede ser interesante para aquellos que ya tengan cierto volumen de ahorros y lo que busquen es “un dinero extra”, sin temor de perder su colchón económico. Además, cabe destacar que el comportamiento histórico de los diferentes activos (renta variable, renta fija, depósitos, mercado inmobiliario) a largo plazo indica que la rentabilidad de las acciones supera a todas las demás. 

3. Según sus intereses asociados y su fecha de vencimiento.

Otras de las diferencias entre la renta fija y la renta variable van asociadas al acuerdo previo que se hace con la entidad antes de invertir.

Quien invierte en renta fija sabe que recibirá unos intereses de manera periódica y que, además, recuperará lo invertido cuando llegue la fecha de vencimiento de la emisión. Esta persona ya sabe de antemano cuánto dinero va a recibir (aproximado) y cuándo (su rentabilidad). Realmente, el único riesgo que se corre en este caso es el de impago por la entidad emisora en caso de quiebra de la misma. Si tenemos que invertir, la mejor forma de hacerlo es de la mano de profesionales de la gestión a través de fondos de inversión. Gestores profesionales decidirán en qué bonos invertir y acciones de que compañías comprar en lugar de hacerlo directamente nosotros y correr un mayor riesgo con inversiones probablemente fallidas.

Por el contrario, invertir en renta variable nos hace “dueños”  de la compañía que hemos comprado en la parte proporcional a nuestra compra. Nuestra inversión va a depender de la evolución de los negocios de esta. Tampoco hay fecha límite de vencimiento por lo que, si quieres dejar de invertir en un momento determinado, deberás vender tus acciones en el mercado fijando un precio acorde a la situación del momento. Ese precio se verá afectado constantemente por factores políticos, sociales, macroeconómicos… 

Muchas veces, las ganas de adentrarnos en la fascinante aventura que supone la inversión nos puede. Pero es importante que no arrebatemos y, antes de tirarnos a la piscina, estudiemos su profundidad y si tiene agua. Conociendo las diferencias entre la renta fija y la renta variable tendremos mucho ganado. Así que, ¡ya estamos un poquito más cerca en realizar una inversión con éxito que nos aporte ahorros extra para nuestro futuro! 

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