Vamos con tu futuro

06/11/2020 | 5 minutos

Depósitos estructurados ¿qué son?

¿Qué son los depósitos estructurados?

 ¿Qué son los depósitos estructurados?

Como habréis podido comprobar, estáis visitando un blog de ahorro, por lo que de ahorro os vamos a hablar. Hoy en día hay infinidad de productos bancarios destinados a este fin, de hecho, aquí os hemos contado muchas cosas acerca de los planes de pensiones o los fondos de inversión. También hemos hablado en alguna ocasión de los depósitos bancarios y de sus tipos. De hecho, en este artículo nos vamos a centrar en uno de ellos, los depósitos estructurados. Un depósito es un producto por el cual el cliente pone a disposición de la entidad financiera que lo ofrece, una cantidad de dinero concreta para que esta se lo guarde y pasado un tiempo, se lo devuelva con intereses.

Así, el banco invierte  el dinero del cliente y luego se lo devuelve junto a una rentabilidad pactada de antemano, unos intereses. Una vez visto esto, vamos a lo que vamos.

¿Qué es un depósito estructurado? 

Los depósitos estructurados son aquellos con un plazo de tiempo determinado cuya rentabilidad es variable debido a que está sujeta a uno o varios activos subyacentes, como pueden ser la evolución de unos índices bursátiles, de un grupo de acciones…

Resumiendo. Es un depósito a plazo en el que la rentabilidad no es conocida de antemano.

Los hay de dos tipos:

  • Depósitos estructurados indexados: La rentabilidad obtenida en estos depósitos está en función de la evolución de un índice bursátil, un tipo de interés de referencia, la valoración de una acción o de una cartera de acciones. Hay muchas alternativas. En este caso, dicha rentabilidad de todo el capital va ligada a la evolución de los activos subyacentes que se han tomado como referencia. No obstante el depósito puede tener límites a la rentabilidad, garantizando un capital mínimo de recuperación y una rentabilidad máxima. Es decir, no tenemos porqué arriesgar todo lo invertido ni podemos esperar rentabilidades infinitas.
  • Depósitos estructurados mixtos: Este tipo de depósitos es el más habitual. En ellos, parte del capital se invierte en un depósito a plazo fijo durante un tiempo determinado que puede ser de igual o menor duración  que el depósito estructurado completo. El resto de la inversión se destina a la compra de un derivado cuyo subyacente puede ser un índice bursátil, una acción o una cartera de acciones.

Con todo esto, hay que destacar que la rentabilidad de estos depósitos no suele estar garantizada. Pueden ofrecerse con un mínimo, con un máximo e incluso con ambos, con lo que sabríamos de antemano qué rentabilidad aproximada podemos llegar a obtener. Es importante subrayar que la rentabilidad mínima puede ser negativa, es decir podemos arriesgar parte del capital invertido. Por ejemplo, si nos ofrecen una rentabilidad mínima del -2% y máxima del 5%, puede que no recuperemos parte del capital invertido. En el peor de los casos recuperaríamos un 98% de la inversión.

Aspectos de los depósitos estructurados a tener en cuenta

 

Antes de decidiros a abrir un depósito de este tipo, vamos a ver una serie de aspectos esenciales que tenéis que conocer sobre ellos antes de nada:

 

Plazos: 

Ya hemos visto que este tipo de depósitos tiene una duración determinada. A diferencia de otros depósitos, no es posible renovarlo una vez haya vencido. A diferencia de otros productos, en los depósitos no puedes acceder a tu dinero hasta que no termine dicha duración.

 

Inversión:

Lo normal es que estos depósitos requieran una cantidad mínima a invertir. Además, suelen tener un periodo de inversión de medio o largo plazo, lo que quiere decir que si retiramos el dinero antes del periodo de vencimiento, en la mayoría de ocasiones no podremos recibir el 100% del capital invertido o directamente no será posible su cancelación anticipada.

 

Liquidación de intereses:

Los intereses podremos liquidarlos en función de lo que hayamos concretado con el banco. Puede ser de manera mensual, de manera trimestral, semestral, anual o cuando finalice el plazo de vencimiento. No obstante hay una parte de la inversión de la que no podrá determinarse su rentabilidad hasta el vencimiento, por lo que siempre habrá una liquidación final que completará los posibles abonos periódicos que hayan podido producirse.

 

Cancelación: 

Algunos de estos depósitos ofrecen la posibilidad de recuperar la inversión antes de que termine el plazo, en determinados momentos que se denominan ventanas de liquidez. Suelen determinarse cada 6 o 12 meses y será conveniente aprovechar el momento en función del comportamiento del activo subyacente al que esté referenciada la rentabilidad de nuestra inversión.

Como hemos dicho antes, la rentabilidad de estos depósitos variará en función del comportamiento de los valores a los que vaya ligado. Por ello, se trata de un producto recomendable para inversores conservadores que están dispuestos a asumir falta de liquidez e incluso en algunos casos, mínimo riesgo sobre el capital invertido, para conseguir una mejor rentabilidad pero como en todos estos productos, desde aquí os animamos a leer los contratos y entender bien las condiciones que se os ofrecen para que vosotros decidáis si se adecúan o no a lo que estáis buscando. En caso de duda el mejor consejo es solicitar asesoramiento a un profesional.

¿No encuentras lo que buscas?

No todo el mundo tiene las mismas necesidades, y queremos que encuentres la solución que mejor se adapte a tu situación.