04/10/2024 | 5 minutos
¿Tienes dudas sobre tu futuro? ¿Cómo será tu pensión cuando te jubiles? ¿Cuánto más necesitarás para mantener tu nivel de vida y cubrir todas tus necesidades? Lo primero es conocer el funcionamiento de nuestro sistema de pensiones. Lo segundo, empezar a ahorrar.
Tradicionalmente se ha hablado de tres pilares del sistema de pensiones:
Además, ahora se habla de un cuarto pilar para complementar el ahorro para la jubilación.
La pensión por consumo es una fórmula que vincula el ahorro para la jubilación con un hábito tan cotidiano como ir de compras. Esta es la propuesta de Pensumo, un proyecto que nació de la mano de Ibercaja en el marco del Sandbox Financiero impulsado por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
¿Cómo funciona? Se trata de una “hucha” más para la jubilación. El consumidor tendrá un plan de pensiones individual asociado a Pensumo y, cada vez que haga una compra con tarjeta en un comercio adherido, la tienda realizará una aportación económica a ese plan. Es decir, se genera ahorro futuro con el consumo de hoy.
Los principios del sistema de pensiones públicas te ayudarán a entender cómo funciona nuestro sistema de pensiones. Son cinco:
Ante la baja natalidad y el aumento de la esperanza de vida, nuestro sistema de pensiones afronta el reto de ser sostenible. Para su viabilidad, tiene que haber un equilibrio entre el número de trabajadores y el número de pensionistas. Sin embargo, en España esta proporción es cada vez menor, algo que ya está tensionando el sistema de pensiones. Todo apunta a que las pensiones públicas en el futuro serán de menor importe que las actuales.
En este contexto, los expertos recomiendan contar con un producto de ahorro a largo plazo que complemente la pensión futura.
Ahora es el momento de calcular tu pensión pública para saber cuánto necesitarás ahorrar adicionalmente para mantener tu nivel de vida deseado.
La hucha de las pensiones es como se conoce popularmente al Fondo de Reserva de la Seguridad Social, que nació con el objetivo de atender las necesidades futuras en materia de prestaciones contributivas originadas por desviaciones entre ingresos y gastos de la Seguridad Social.
Actualmente, esta gran hucha se alimenta de ingresos derivados del incremento de las cotizaciones sociales y de rendimientos de inversiones, principalmente en deuda pública española.
Para hacer frente a las pensiones de la generación del baby boom, en la última reforma de las pensiones se creó el Mecanismo de Equidad Intergeneracional, que se puede ver en el desglose de la nómina como Cotización MEI. Se trata de un aumento progresivo de las cotizaciones sociales que pagan cada mes trabajadores y empresas, destinado a nutrir el Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Es una cuota finalista y no contributiva; es decir, no genera derechos para prestaciones futuras.
La tasa de reemplazo o tasa de sustitución es la relación entre el importe de la pensión y el último salario en activo. Es un indicador de la pérdida de poder adquisitivo en la jubilación.
Un ejemplo práctico: si un empleado con un salario de 2.000 euros recibirá una pensión de jubilación de 1.600 euros, su tasa de reemplazo es del 60%.
Según la OCDE, la media en España se sitúa alrededor del 80%, pero las previsiones apuntan a que dentro de 30 años esta tasa podría ser inferior al 50%.
La tasa de dependencia expresa la proporción entre la población dependiente (personas menores de 16 años y mayores de 64) y la población activa (personas de entre 16 y 64 años). Este indicador es cada vez mayor en España y supone una carga para la economía del país. En la actualidad hay aproximadamente tres trabajadores en activo por cada jubilado y en 2050, según las previsiones de evolución de la población, solo habrá dos trabajadores por jubilado.
Actualmente apenas el 1% de las empresas españolas promueven planes de pensiones para sus empleados y solo el 10% de los trabajadores disponen de este instrumento de ahorro para la jubilación, según datos de Inverco.
La Ley 12/2022, de Impulso de planes de pensiones de empleo nació para revertir esta situación y desarrollar el ahorro en planes de pensiones desde las empresas y las instituciones públicas e incorporar también a los trabajadores autónomos que hasta ahora tenían limitado el acceso a los planes de empleo. De este modo, podremos acercarnos al resto de países europeos y conseguir que en 2030 los planes de empleo se extiendan, al menos, al 50% de trabajadores.
Esta normativa simplifica la implementación de planes de pensiones de empleo en todo tipo de empresas e instituciones. Estos planes, además, son un instrumento de ahorro para la jubilación que beneficia tanto a trabajadores como a empresas y autónomos.
Los trabajadores por cuenta propia o autónomos pueden adherirse a planes de pensiones de empleo de autónomos con los que maximizar su ahorro y su desgravación fiscal. Las aportaciones reducen la base imponible del IRPF y permiten desgravarse hasta 5.750 € al año o el 30 % de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas. Así, pueden superar el límite general de 1.500 € de los planes individuales con un incremento adicional de 4.250 €.
No todo el mundo tiene las mismas necesidades, y queremos que encuentres la solución que mejor se adapte a tu situación.