Bolsa: las diferentes ordenes que debe conocer todo inversor nuevo

Existes diferentes formas de dar las órdenes en bolsa y es interesante que las conozcas para que puedas usarlas en el momento oportuno. Para que puedas hacerte una idea, a continuación encontrarás las más importantes.

Las órdenes que se utilizan en el mercado de valores

Invertir en bolsa requiere de una dedicación adecuada a tus objetivos. Tienes que analizar las empresas u otros instrumentos que interesen, pero sin dejar de lado tu propia situación personal. Además, es importante saber cómo funciona el propio sistema. La mejor manera de enfrentarse a estos procesos es poco a poco y sin cargarte encima más presiones de las necesarias. Para ayudarte, te explicamos las diferentes clases con las que puedes operar.

Orden limitada

Esta te permite fijar el precio de compra o venta de un instrumento. Ten en cuenta que se puede ejecutar total o parcialmente en función de la contrapartida existente. Además, en caso de activarse parcialmente, el resto se mantiene pendiente. Para que veas como funciona, nada mejor que un sencillo ejemplo.

Si emites una orden de 1.000 títulos a un precio máximo de 10 €, se irán comprando en función de lo mejor que ofrezca el mercado. Así, primero se ejecutarían 200 a 9 € y otros 300 justo a 10. Al subir el precio, las compras se detienen, por lo que quedarían pendientes otros 500. En caso de que el mercado baje hasta la cifra indicada, se irán completando hasta cumplir con tus indicaciones.

Orden por lo mejor

En este caso, no tiene un precio establecido y la negociación se lleva a cabo con el mejor de contrapartida. Al igual que en el caso anterior, si el volumen de títulos que has indicado no está disponible, se adquirirán los que estén y esta se ejecutará de manera parcial. En cuanto al resto, permanecerán al precio de los primeros títulos.

Pongamos que quieres adquirir 2.000 títulos por lo mejor, y en el mercado hay órdenes de venta de 3.000 títulos por 10,50 y entra una orden de venta de 900 acciones a 10 €. Como esta última es la mejor, tu orden de compra de 2.000 títulos se cruzará con la de 900 a 10 €. Así, se se ejecuta parcialmente y los otros 1.100 títulos se liquidarán también a 10 € si hay liquidez suficiente.

Orden de mercado

Se ejecuta en poco tiempo y sin importar el precio. Al introducirla, no se va a ejecutar en el primer cruce, ya que va barriendo posiciones. De esta forma, seguirá en marcha hasta que se complete y a tantos precios del lado contrario como sean necesarios. Se negociará a la mejor cantidad que ofrezca la parte contraria.

Ten en cuenta un riesgo claro: no vas a controlar el precio de ejecución. Ante esto, procura estar seguro de lo que quieres hacer para evitar pérdidas innecesarias. No obstante, lo normal es que la ejecución se realice de inmediato, aunque sea en partes. Cada una será independiente de las demás, lo que puede aumentar los costes al inversor.

Por ejemplo, si quieres adquirir una cantidad de 2.000 títulos, la orden tendrá en cuenta la oferta y la demanda de ese momento en el mercado. Si en el mercado hubiera 3.000 en venta a un precio de 10,50 y otros 500 a 10,25 euros, comprarás los 500 y luego 1.500. Así, se habrá completado la operación al completo. 

Orden stop 

Las órdenes stop son órdenes de compra o venta de valores cuya introducción en el mercado está condicionada a que el valor alcance un precio determinado (precio de disparo de la orden). Este precio lo fija el inversor de antemano y puede ser un valor fijo o variable. La orden se enviará al mercado a elección del usuario en cada operación (limitada en precio, a mercado o por lo mejor). Existen dos tipos de órdenes condicionadas:

• Orden stop Loss: se indica el precio límite que activa la orden
• Orden Stop Dinámico: lo que se indica es un porcentaje máximo de variación sobre el último máximo o mínimo alcanzado. Su superación activa la orden condicionada.

Este tipo de órdenes se suelen dar para reducir el riesgo de la cartera: se establecen órdenes de venta stop que se disparan si se alcanza un precio determinado o si este ha variado determinado porcentaje.

Ejemplo: 

Supongamos que tenemos una cartera de acciones compradas a un precio de 10 euros por acción y queremos reducir el riesgo de nuestra cartera.

Para ello, podemos introducir una orden Stop con un precio límite de 9,5 euros: así, si la cotización cae a ese nivel, se lanzará la orden de venta al mercado. Otra posibilidad sería dar una orden de Stop Dinámica con un porcentaje de caída del 5%: si la acción cae un 5% (hasta los 9,50 euros) se lanzará la orden de venta. Pero si en lugar de subir, el precio de las acciones mañana sube a 11 euros, nuestra orden Stop seguirá fijada en los 9,50€ mientras que la Stop Dinámica se habrá fijado en una caída del 5% sobre los 11 euros, es decir que se lanzará cuando la acción valga 10,45euros.

Para empezar a invertir en bolsa tienes que estar familiarizado con estos conceptos básicos. Conolcer las órdenes te permite tener una idea de cómo actuar ante el mercado, por lo que es bueno que tengas claras las diferencias entre unas y otras y elegir la que más te conviene en cada caso.