Métodos de ahorro

¿Tienes la sensación de que el dinero se te escapa de las manos? Pues existen varios métodos de ahorro que, aunque parezcan poco convencionales, te ayudarán a conservar y acumular tu dinero de una forma segura. 

Desde hace siglos, el ser humano se impone hábitos para conseguir ciertas metas. Uno de estos hábitos puede ser el ahorro, una acción que puede reportar grandes beneficios pero que no todo el mundo es capaz de hacer. La clave principal está en no centrarse en cuánto debemos ahorrar y sí en la frecuencia con la que debemos hacerlo.

¿Para qué ahorramos?

Está claro que ahorrar sin tener un estímulo claro es aún más difícil todavía. Por ello, el primer paso es establecer para qué queremos generar y guardar ese dinero y cuantificarlo.

Muchas veces poner una cifra lo hace todo más real y, en este caso, más motivador. Si quieres comprarte una TV de 70 pulgadas, es muy probable que sepas más o menos lo que cuestan, porque ya habrás estado comparando y mirando o tendrás alguna referencia de algún amigo que se la ha comprado. Pero si tu objetivo es tener un ahorro para dormir más tranquilo y que no te preocupe una situación de crisis, ya no es tan fácil poner esa cifra. Un buen consejo puede ser que intentes ahorrar una cantidad que sea el equivalente a tres meses de tus ingresos netos. Ponte una meta de ese tipo y ve siguiendo lo que vas logrando, eso te va a ayudar a conseguirlo.

4 métodos de ahorro sencillos para empezar a ahorrar

Si quieres empezar a ahorrar, aquí tenemos algunos consejos que te pueden servir para empezar a hacerlo de una forma efectiva. Además, hoy te traemos los métodos que están revolucionando las redes y que son sumamente sencillos de llevar a cabo. ¿Empezamos?

• El método anglosajón: el reto de las 52 semanas. Este es un reto sencillo. Consiste en ahorrar un euro la primera semana, dos la segunda, tres la tercera, cuatro la cuarta y así hasta que pasen las 52 semanas; es decir, un año. Si lo haces correctamente, puedes conseguir ahorrar un total de 1.378 euros en tan sólo un año. Nada mal, ¿verdad?
• El método de Elisabeth Warren: la regla del 50/30/20. Este método de ahorro consiste en dividir tus ingresos netos en tres partes. Así, el 50% de tus ingresos estarán destinados para los gastos más básicos (suministros, comida, colegios, hipoteca o alquiler, seguros…), el 30% para tus “deseos” (hobbies, ropa, ocio…), y el 20% restante para el ahorro.  
• El método japonés: Kakebo. Aunque el nombre suene extraño, la metodología que utiliza es bastante sencilla. Se trata de tener bajo control total las finanzas personales anotando todos nuestros gastos e ingresos en cuatro categorías: supervivencia, ocio, cultura y otros. De este modo, queda de manifiesto a dónde se va la mayor parte de nuestro dinero y también dónde podemos recortar gastos.
• El método ALP: Aparta Lo Primero. Se basa en que nada más recibir el ingreso principal (nómina, pensión, etc.), se destine una cantidad de dinero para el ahorro y se viva con el resto durante todo el mes. Nuestro cerebro, que es muy listo,  empezará a buscar soluciones para sobrevivir con el dinero restante.

¿Dónde colocar ese ahorro?

Ya hemos visto en otros artículos que cada producto de ahorro tiene una finalidad distinta. Por ello, nosotros te animamos a que primero definas el objetivo que te quieres marcar para destinar ese ahorro. En función de eso, tendrás que elegir aquél producto que más se ajuste a tu objetivo: Planes de ahorro, Fondos de inversión, Planes de pensiones, depósitos, PIAS… nuestros expertos te ayudarán a tomar esa decisión y poder rentabilizar tus ahorros.

¿Cómo ves estos métodos de ahorro? Sin duda, hay algunos que involucran más porcentajes que otros, pero que eso no te eche para atrás. Utiliza el que creas que más va a beneficiarte en el día a día, y disfruta viendo cómo aumenta tu cuenta de ahorro poco a poco.