18/11/2021 | 3 minutos
Durante los últimos meses hemos visto cómo las expectativas de inflación repuntaban con fuerza. Esto se debe, en gran parte, a factores como el incremento de los precios de las materias primas o de la energía, las disrupciones en las cadenas de suministro y el inminente comienzo del "tapering". Por ello, las autoridades monetarias han reconocido que esperan lecturas elevadas de inflación durante más tiempo del inicialmente previsto
Los factores que tienen un mayor impacto en la inflación: petróleo, gas y electricidad
Para determinar si estamos ante una inflación transitoria o permanente, debemos analizar qué factores tienen un mayor impacto en la misma en las distintas geografías.
En el caso de Europa, uno de los principales factores de este aumento de la inflación se debe al incremento de los precios de la energía y su efecto base, con la reducción del IVA en Alemania, que se produjo en la segunda mitad de 2020 y que se prevé que se normalice en los próximos meses.
Igualmente, el precio del gas y el petróleo han aumentado con fuerza este último año y, por consecuencia, también el precio de la energía eléctrica.
En cuanto al precio del petróleo, que tocó mínimos durante la pandemia e incluso llegó a darse la anomalía de que los futuros del petróleo WTI (West Texas Intermediate, que es el indicador de petróleo de referencia en Estados Unidos) cotizaran en negativo, se incrementó, a posteriori, la demanda tras la reapertura de la economía.
Además, parece que los miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) quieren continuar restringiendo la oferta con el fin de asegurar de que el precio del barril llegue a unos 70$/barril. Por ello, mientras que el precio del petróleo se mantenga en los niveles actuales, su impacto en la inflación también se ira normalizando.
Así, no se espera ver lecturas elevadas de la inflación subyacente sin percibir un fuerte aumento de los salarios reales, algo que de momento no se está dando. Por lo que, el escenario más probable es que, a partir del primer trimestre de 2022 se vuelva a las lecturas de inflación por debajo del objetivo fijado por el Banco Central Europeo.
Por su parte, el precio del gas se ha multiplicado casi por cinco durante los últimos meses, impactando directamente en el precio de la electricidad, ya que gran parte de esta se genera en centrales de ciclo combinado (centrales que generan energía eléctrica a través de la combustión de otros elementos como el gas).
Los principales factores que han propiciado este incremento han sido:
Todos estos factores también son temporales y los futuros del gas europeo cotizan a la baja a partir del primer trimestre de 2022, por lo que, lo más probable es que el precio del gas actúe como un factor deflacionario en las lecturas de inflación del año 2022.
En conclusión, si nos fijamos en la diferencia que existe entre la inflación y la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles como el precio de la energía y algunos alimentos, podemos observar que la inflación subyacente, aunque se ha incrementado, permanece por debajo del objetivo fijado por el BCE (Banco Central Europeo).
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