¿Qué son las espv?

Es posible que hayas oído hablar sobre las EPSV pero no te lo han contado en detalle. Son Entidades de Previsión Social Voluntaria,que, en el ámbito del País Vasco, tienen como finalidad constituir un complemento a la pensión pública de jubilación. Es decir, son productos de ahorro para la jubilación, similares a los planes de pensiones. Las EPSV pueden ser individuales, en las que el socio realiza las aportaciones, o de empleo, en las que las aportaciones pueden ser realizadas por la empresa y por el socio.

Diferencias con los planes de pensiones

Aunque ambos tienen la función de complementar la pensión pública, las EPSV tienen algunas diferencias bastante marcadas:

• Solo pueden ser contratadas por residentes en el País Vasco.
• Los límites máximos de aportación y deducción son distintos.
• Son un instrumento regulado y supervisado por el Gobierno Vasco.

¿Cuáles son sus ventajas?

• Constitución de un ahorro que ayuda a mantener tu estilo de vida al llegar a la jubilación.
• Ahorro fiscal: las aportaciones realizadas a una EPSV dan derecho a reducir la base imponible general del IRPF del aportante.
•  No hay límite financiero de aportación, aunque sí existe límite de desgravación.
• El capital acumulado por cada socio se puede cobrar al cabo de 10 años, sin necesidad de esperar a que se produzca la jubilación.
•  En el caso de cobro por jubilación, si se opta por recuperar el dinero en forma de capital, el 40% está exento de tributación, siempre que hayan pasado más de dos años desde la primera aportación.

Funcionamiento de las EPSV

El funcionamiento de las EPSV es igual al de los planes de pensiones, se van realizando aportaciones y estas se invierten de acuerdo a una política de inversión. En cualquier momento se puede aumentar, disminuir o suspender las aportaciones. Además es posible cambiar de EPSV sin coste alguno cuando se desee.

Al igual que sucede en los planes de pensiones, además de cobrar por jubilación, también se puede cobrar en caso de incapacidad, desempleo, enfermedad grave, y a los diez años de la primera aportación. Existe gran flexibilidad en cuanto a la forma de cobro (capital, renta, etc), de manera que puedes escoger la que más te convenga según tus circunstancias personales.