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16/07/2024 | 3 minutos

Consejos para empezar a invertir con poco dinero

Cómo empezar a invertir con muy poco dinero

Cómo empezar a invertir con muy poco dinero

Invertir está al alcance de todos y, desde luego, también puedes hacerlo tú. Quizás crees que si tus ahorros son pequeños lo mejor es dejarlos en la cuenta aunque no te den rentabilidad. Sin embargo, eso también puede suponer una pérdida: cuando los beneficios que obtienes están por debajo de la inflación, en realidad estás perdiendo poder adquisitivo. 

¿Se puede mejorar la rentabilidad del ahorro?

Todos podemos acceder a los mercados financieros actuales. Lo cierto es que los distintos productos y planes de ahorro existentes no se dirigen únicamente a los que ya tienen mucho dinero. Al contrario.

Por ejemplo, existen fondos de inversión en los que se puede invertir desde 30 euros mensuales. Lo mismo sucede con muchos tipos de seguros de ahorro, que permiten la inversión desde pequeñas cantidades mensuales. Dicho de otro modo, puedes diseñar una inversión a tu medida sin necesidad de tener mucho dinero ahorrado.

Evidentemente, al invertir se asume la posibilidad de tener pérdidas, pero todo depende de tu perfil inversor y del tipo de producto escogido. Manteniendo tu dinero en una cuenta, muy probablemente, ya estás perdiendo dinero aunque no lo sepas. La inflación es tu enemigo silencioso: si tu rentabilidad es inferior a la inflación, sin saberlo, mantienes tu dinero pero no tu poder adquisitivo.
 

Invierte según tu perfil y tus objetivos


Existen multitud de formas para mover tu dinero, darle vida y optar a conseguir una mayor rentabilidad, siempre en función de tus necesidades y expectativas. La variedad de alternativas disponibles es enorme. Tú decides de antemano cuánto estás dispuesto a arriesgarte: desde muy poco hasta todo lo que quieras, aunque siempre es recomendable contar con asesoramiento experto. Además, previamente a invertir tu asesor te realizará un test de idoneidad para conocer tu perfil inversor y tus preferencias para invertir con criterios de sostenibilidad con el objetivo de definir los productos que más se adecúen a ti. 

En función de tus objetivos dispones de diferentes alternativas para tu ahorro, algunas de ellos con importantes ventajas fiscales que incrementan la rentabilidad financiero fiscal como los planes de pensiones. Sí, has leído bien, aunque creas que tu jubilación está muy lejos, cuanto antes empieces a ahorrar para ese momento, mejor. Actualmente puedes aportar hasta 1.500 euros al año, pero puedes comenzar por una pequeña cantidad, aportar dinero cuando puedas o establecer una aportación periódica. Así ahorras casi sin darte cuenta y, además, te lo puedes desgravar en la declaración de la renta. No olvides que el momento ideal para contratar un plan de pensiones es desde que empiezas a trabajar

Otra opción interesante son los fondos de inversión, que te permiten aportar desde importes muy pequeños y beneficiarte de la gestión experta al unir tu ahorro al de otros pequeños inversores. Puedes iniciar tu recorrido inversor con una aportación a fondos de rentabilidad objetivo, invertidos habitualmente en renta fija pública y adecuados para ahorradores de perfil conservador. Nuevamente el tiempo es un factor decisivo: a mayor plazo, mayor rentabilidad objetivo.

Lo que está claro es que, a la hora de empezar a invertir, factores como el horizonte temporal tienen mucha influencia. Si tienes la seguridad de que no vas a necesitar ese dinero a corto plazo, invertir en fondos de inversión o seguros de ahorro que tengan una parte en renta variable también puede ser una opción. En ese caso, a plazos largos, aun asumiendo riesgos, los resultados pueden ser mejores que en otro tipo de productos. 

Está en tu mano elegir el tipo de producto para invertir y, por lo tanto, su nivel de riesgo, para que te sientas cómodo con tu inversión. En caso de duda, puedes consultar con un experto de confianza antes de tomar una decisión.

Consejos para invertir

Repasamos algunas recomendaciones que deberías considerar antes de empezar a invertir:

  • Déjate aconsejar por los expertos, nadie nace aprendido. En una materia como esta, los especialistas conocen las circunstancias de los mercados y las diferentes tipologías de productos. Ábrete a ellos con total confianza y cuéntales cómo eres para que puedan saber cuál es tu perfil inversor, los riesgos que estás dispuesto a asumir y, con toda esa información, encontrar las opciones más adecuadas para ti.
  • Ve poco a poco. Empieza tu actividad inversora con pequeñas cantidades. Esto te permitirá ir familiarizándote con la situación, sentirte más cómodo y tranquilo con ella e ir ganando confianza para tomar decisiones más ambiciosas conforme las circunstancias evolucionen.
  • Ten claro tu horizonte temporal. No es lo mismo invertir a medio que a largo plazo. Si quieres invertir a un plazo más largo, puedes encontrar productos con mayor expectativa de rentabilidad. Pero tienes que tener muy claro que no vas a necesitar ese dinero antes.
  • Reparte. La frase típica es “no pongas todos los huevos en la misma cesta”, que quiere decir que inviertas a la vez en productos diferentes y no metas todo tu dinero en el mismo producto. Eso es así incluso aunque destines una pequeña cantidad a tus inversiones. Si repartes o, como suelen decir los expertos, diversificas, reduces el riesgo por esa dispersión.

Llegados a este punto, si quieres pasar de ahorrador e inversor, necesitas contar con asesoramiento financiero cualificado, profesional y de confianza. 

Invertir no debería darte miedo, siempre que pongas los medios para hacerlo correctamente y estés respaldado por auténticos especialistas que te aconsejarán los productos más adecuados para ti.

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