15/12/2020 | 5 minutos
¿Cuántas veces habéis ido a un banco, habéis entrado en su web o habéis visto publicidad sobre alguno de ellos en los que encontráis términos raros? Lo cierto es que dentro del mundo de la banca existen muchos y es posible que escuchemos algunos de primeras sin saber de qué nos están hablando. Por ejemplo ¿habéis oído hablar de banca ética? A algunos os sonará y a otros no, pero tenéis que saber que la banca ética o banca social en España está presente desde hace varios años y muchas entidades trabajan en ella de manera habitual, haciendo un uso responsable y transparente de sus actividades y su dinero. En este artículo vamos a ver qué es la banca ética y cuáles son sus características, con el fin de que podáis conocer un poco más acerca de este concepto y ver si realmente os interesa contratar algún producto relacionado con él.
La banca ética es un conjunto de servicios financieros que los bancos ofrecen con el objetivo de combinar los beneficios financieros característicos de la banca tradicional, con una serie de beneficios de carácter social y medioambiental. Es decir, se trata de un servicio que las entidades ofrecen a aquellos clientes que quieren gestionar su dinero o sus inversiones de forma responsable y sostenible.
Obviamente, la banca ética mantiene los objetivos de la tradicional, captar fondos y obtener financiación, pero siempre a través de la transparencia, con una función social y tratando de apoyar a proyectos más sostenibles. Así, esta forma de actividad financiera se basa en una serie de principios que conviene mencionar:
Estos principios de los que hemos hablado se transforman en una serie de productos, más o menos comunes a todas las entidades que trabajan en este tipo de banca:
Aunque hay más tipos de productos dentro de la banca social, estos son los principales. Como habréis podido observar, se trata de un funcionamiento similar al de los productos tradicionales, pero siempre con una mirada social y medioambiental, destinados a clientes con este tipo de inquietudes.
La banca social no es algo nuevo. De hecho, el beneficio de las antiguas cajas de ahorro se destinaba íntegramente a proyectos sociales, ayuda a la innovación de las empresas y al apoyo del tejido industrial de sus zonas de actuación.
Ahora, aunque hay bancos que se distinguen por su especialización, son varios los bancos tradicionales que también están trabajando en esta línea en algunos de sus productos.
No todo el mundo tiene las mismas necesidades, y queremos que encuentres la solución que mejor se adapte a tu situación.