21/01/2022 | 7 minutos
Todo aquel que se abre un plan de pensiones busca dar rentabilidad a su dinero en el futuro para tener una jubilación tranquila y no depender únicamente de la pensión que ofrece a las personas mayores el Estado. Desde luego es una apuesta segura, pues aunque el ahorro de dicho dinero puede variar, siempre se rasca algo. Pero ¿a que no sabíais que estos productos tienen beneficios desde el momento en que los abrimos? En este artículo vamos a ver el ahorro fiscal de un plan de pensiones, ciertas ventajas a la hora de tributar que ofrecen dichos planes y que muchos no conocen.
Ya hemos visto en otros textos cómo funciona un plan de pensiones, algo bastante sencillo, pues el cliente va realizando aportaciones periódicas de dinero que van destinadas a lo que se conoce como un fondo de pensiones. Este fondo se dedica a mover el dinero, comprando y vendiendo activos para tratar de conseguir la mayor rentabilidad posible a largo plazo. Ahora bien, ese dinero tributa de dos formas distintas dependiendo del momento en el que se encuentre:
¿Cuál es la fiscalidad de las aportaciones?
Las aportaciones de un plan de pensiones disminuyen la base imponible del IRPF cada año con unos límites que dependen del tipo de aportación que hagamos:
En general, las aportaciones que no puedan deducirse en un ejercicio por insuficiencia de la base imponible o por superar los límites anuales indicados, podrán deducirse en los 5 ejercicios siguientes. Esto es aplicable a todo el territorio español (aunque en Navarra y País Vasco los límites son diferentes).
En cuanto al ahorro fiscal que podemos obtener con las aportaciones a Planes varía en función de nuestros ingresos, ya que se reducen directamente de la base imponible general del IRPF, y a más ingresos, más % de tributación, y por tanto también de desgravación.
Los porcentajes de tributación en el IRPF actualmente son:
Base liquidable general | Tipo impositivo | |
Desde | Hasta | |
0€ | 12.450€ | 19% |
12.450€ | 20.200€ | 24% |
20.200€ | 35.200€ | 30% |
35.200€ | 60.000€ | 37% |
60.000€ | 300.000€ | 45% |
300.000€ | - | 47% |
Por ejemplo, si una persona tiene un salario anual bruto de 27.000€, podrá ahorrar hasta un 30% de lo aportado al plan.
Hay diferencias por Comunidades Autónomas, esta sería la escala general, pero con esto podemos hacernos una idea. Así, el tipo impositivo que se aplica al tramo de ingresos en el que te encuentras se corresponde con el porcentaje de ahorro fiscal sobre la aportación que tendrás.
¿Y qué hay de la tributación del rescate?
En el rescate, los fondos que obtendremos se consideran rendimientos de trabajo, por lo que a diferencia de las aportaciones, incrementan la base imponible del IRPF y por tanto, nos tocará pagar impuestos. Con este tratamiento fiscal lo que se consigue es un diferimiento de impuestos (te los ahorras cuando aportas y los pagas cuando lo cobras)
Es interesante comentar que existen formas de pagar menos impuestos si, en lugar de cobrarlo todo a la vez, se hace en cantidades más pequeñas y en varios años, aprovechando la progresividad del impuesto.
Como ya hemos visto en alguna ocasión, el rescate de un plan de pensiones se puede hacer de dos maneras y a cada una de ellas le afecta la fiscalidad de forma distinta:
Además de estas dos formas de rescate (o cobro), podemos encontrar otras opciones, quizás no tan comunes, pero igual de interesantes, como los reembolsos puntuales o el rescate mixto (una parte en capital y otra en renta).
Sabemos que vuestro objetivo cuando os abrís un plan de pensiones es el de ahorrar dinero para la jubilación, pero hemos creído conveniente contaros cual es el ahorro fiscal que ofrecen estos planes, pues es una manera muy buena de aprovechar ciertos beneficios de estos productos que algunos aún no conocen y de los que podéis disfrutar desde el momento en el que decidís contratarlos.
No todo el mundo tiene las mismas necesidades, y queremos que encuentres la solución que mejor se adapte a tu situación.