16/02/2023 | 5 minutos
A menudo verás o escucharás la expresión “la magia del interés compuesto”, aunque lo cierto es que poco tiene que ver con sacar un conejo de la chistera y más con las matemáticas, pero ¿de qué se trata y por qué se le atribuye ese hechizo?
Primero, la explicación técnica, pero lo verás mucho más claro con un ejemplo de dos personas, Pilar y Olivia, que tienen distintas formas de ahorrar. La ‘magia’ es que, con el paso de los años, los intereses se van generando sobre el total.
Veámoslo con un ejemplo muy sencillo. Los padres de Pilar y Olivia, dos niñas recién nacidas, son amigos desde hace años. En el caso de Pilar, sus padres le ayudarán a generar un ahorro futuro, destinando desde su nacimiento unos 100 euros al mes hasta que cumpla la mayoría de edad.
Ese dinero lo invierten en un producto (por ejemplo, en un fondo de inversión) que genera un 4% de rentabilidad al año. ¿Sabes cuánto tendrá Pilar cuando cumpla los 18 años y sea ella quien tome las decisiones? Nada menos que 32.000 euros. Lo único malo es que, cuando Pilar llega a esa edad, decide no seguir aportando a ese plan de ahorro. Simplemente lo deja ahí, se olvida de él, como un remanente que tendrá para el futuro.
Por el contrario, los padres de Olivia no llevaron a cabo ese plan y al cumplir los 18 fue ella misma quien decidió empezar con el mismo propósito: aportar 100 euros todos los meses como su amiga a un 4% de rentabilidad, aunque Pilar haya decidido no hacerlo más.
Y así, van pasando los años hasta el momento de su jubilación. Es en este momento cuando ambas amigas se disponen a rescatar el ahorro de toda una vida para vivir con todas las comodidades su retiro. ¿Quién tendrá más? ¿Pilar, que paró de ahorrar y no puso ni 1 solo euro en el plan que hicieron sus padres u Olivia que empezó más tarde, con 18, pero invirtió 100 euros al mes desde entonces hasta los 65?
Pues, aunque no lo parezca, gracias al interés compuesto, Pilar tendría 36.000 euros más que su amiga en el momento de su jubilación. ¿Cómo es posible, si Pilar ahorró 100 euros al mes solo durante 18 años y su amiga durante 47 años?
Simplemente, por esa ‘magia’ del interés compuesto, que no es otra que el paso del tiempo. Por eso, nunca es tarde para empezar a ahorrar dinero, pero si te lo estás preguntando o proponiendo, cuanto menos tardes en tomar la decisión de lanzarte a ello, más frutos recogerás.
Pero, ¿y si no empecé tan joven como Olivia y mucho menos como Pilar? ¿Estoy a tiempo? ¿Cuánto tengo que ahorrar? La respuesta es sí, estás a tiempo. Y dependiendo del ahorro que quieras tener cuando te jubiles, lo único que debes tener en cuenta es si solo ahorrarás o si invertirás en algún producto para acelerar el ritmo al que generarás ese patrimonio. Lo segundo, te ayudará a recuperar los años que has tardado en decidirte, como puedes ver en este ejemplo:
Son dos hermanos que están decididos a ahorrar con vistas a su época dorada y se han propuesto generar 100.000 euros de ahorro para disfrutar a partir de los 65. ¿Lo lograrán? Para conseguirlo, los dos se proponen apartar unos 200 euros al mes, al fin y al cabo, saben que tendrán que hacer un pequeño esfuerzo extra para llegar, pero también que cuentan con más de dos décadas de tiempo.
David decide simplemente ahorrar esos 200 euros al mes en una cuenta del banco que se ha abierto para este objetivo. Sergio hace lo mismo, pero en este caso lo invertirá en un producto de ahorro que le genera un 4% de rentabilidad al año. Pasan los años y, llegados los 65, los dos hermanos se disponen a ver si han logrado su objetivo. ¿Lo habrán conseguido?
David, el ahorrador, tiene unos 62.000 euros en su cuenta. Mientras tanto, su hermano Sergio, el pequeño inversor, se lleva una grata sorpresa al comprobar que, solo por haber puesto su ahorro a producir, puede rescatar 110.000 euros para su jubilación. Como ves, la diferencia entre solo ahorrar o invertir exactamente la misma cantidad es abismal.
Esto es solo un ejemplo. Quizá puedas ahorrar más de 200 euros al mes, quizá necesites tener la seguridad de invertir en productos con muy poco riesgo y también menos rentabilidad… Lo bueno del mundo del ahorro inversión, es que ha evolucionado hasta tener opciones para todo tipo de perfiles. Asesorado por un experto, podrás descubrir el producto más adecuado para canalizar tu ahorro y hacerlo crecer.
Tu gestor te ayudará a diseñar ese traje a medida: seleccionar ese producto, diagnosticar cuánto riesgo puedes asumir para conseguir la rentabilidad que necesitas, hacer seguimiento contigo de cómo va tu plan y a asegurarse de que cumples tu objetivo, como Sergio, el pequeño inversor.
No todo el mundo tiene las mismas necesidades, y queremos que encuentres la solución que mejor se adapte a tu situación.