13/12/2022 | 4 minutos
Ponerte un objetivo no es “quiero leer más”. Eso es un propósito, pero así planteado te será difícil de cumplir. Para eso, George T. Doran, consultor y director de planificación para la Compañía de Agua de Washington, publicó en 1981 la metodología SMART (Specific, Medibles, Achievable, Realistic, Time-bound) ¿En qué consiste esta herramienta? Se trata de plantear metas específicas, medibles, alcanzables, realistas y con un tiempo determinado. Por ejemplo, a partir del 1 de enero, leer al menos un libro cada semana hasta completar 50 libros al año.
A lo mejor piensas que no hace falta plantear un objetivo definido para ahorrar, pero la realidad es que con ese objetivo pautado y desglosado, no lamentarás gastar tu dinero en bienes y servicios que no necesitas. El propósito por el que ahorras te mantiene alineado con tu plan y eso se traduce en una disciplina que agradecerás en el futuro.
Veamos cómo aplicar la metodología SMART.
Puede que tu familia haya crecido y necesites un hogar más amplio. O estás cómodo, pero quieres invertir en una segunda residencia para pasar tus vacaciones. En cualquier caso, tienes que precisar qué quieres. Por ejemplo:
Plantearte preguntas como estas te ayudará a definir tu objetivo y tendrás más claro qué tienes que hacer para conseguirlo.
En este paso tienes que trasladar todo lo que has especificado a números. En el caso de la vivienda:
De esta forma, transformamos las aspiraciones en algo tangible.
Ambos factores van de la mano. Tienes que conjugar tus metas con tus posibilidades. Aquí entra en juego el presupuesto. Debes plantearte no solo si podrás adquirir la vivienda con los recursos de los que dispones, sino también qué método de pago se adecúa mejor a tus circunstancias. Por ejemplo, si pretendemos jugar un mundial sin saber dar toques a un balón, sería un objetivo poco realista.
No siempre que un objetivo es alcanzable es realista. Aunque puedas adquirir la propiedad de tus sueños reduciendo tus gastos en bienes de primera necesidad, no sería realista prescindir de una alimentación equilibrada o supeditar todo tu ocio. Muchas veces la solución para convertir un objetivo alcanzable en realista pasa por ampliar los tiempos.
¿Sabes el dogma tan extendido de “mañana lo haré”? Y nunca terminamos haciendo aquello que nos proponemos. Por eso es imprescindible asignar tiempos a nuestros objetivos. Esto lo puedes hacer asignando una fecha límite a tus proyectos, distribuyendo las diferentes fases en un calendario o programando acciones recurrentes.
En el caso de la vivienda, los tiempos vendrían dados por el momento en el que quieres adquirir esa nueva vivienda y los plazos en los que te planteas pagar la hipoteca. Puedes ayudarte de un cronograma para hacerlo más sencillo.
Veamos un par de ejemplos sobre cómo aplicar el método SMART a tus ahorros.
En España, la pensión media de jubilación es de 1.258€ a noviembre de 2022. Sin embargo, las estimaciones indican que en 2050 habrá un 50% más de pensionistas. Todo parece indicar que la contraprestación que recibirás cuando te jubiles será inferior a último salario, según la Comisión Europea, y por tanto a tu ritmo de vida. Por eso deberías plantearte un complemento a tu pensión que te permita vivir con holgura suficiente.
Teniendo en cuenta que la esperanza de vida ronda los 83 años y que puedas jubilarte a los 65 años, eso indica que necesitas un soporte económico para al menos 18 años. Estimemos que quieres complementar tu pensión pública con 500€ adicionales al mes. Para eso necesitarías un ahorro total de 108.000€. Es decir, suponiendo que empezases a ahorrar con 30 años, deberías apartar una media de 260€ al mes.
Pero si lo que quieres es maximizar el capital para la jubilación, entonces toca dar el paso y cambiar de ahorrador a inversor. Hay productos como el plan de pensiones que, a través de una aportación periódica, te permiten sistematizar tu ahorro y darte unos intereses que se vayan acumulando para que la inflación no se haya comido tu ahorro cuando te jubiles.
Siempre has querido recorrer las costas tropicales, descubrir selvas recónditas o contemplar los hitos arquitectónicos de la humanidad. Pongamos que quieres hacer tu viaje de ensueño en los próximos 3 años y que eso implica ahorrar 5.000€. Para lograrlo, tendrías que reservar 280€ cada mes durante ese periodo.
Tienes a tu disposición una amplia variedad de productos de ahorro con diferentes características para que elijas el que más se adecúe a tu situación: planes de pensiones, seguros de ahorro, PIAS (planes individuales de ahorro sistemático) y SIALP (seguro individual de ahorro a largo plazo) ¿Te suena raro? En este artículo sobre productos de ahorro te contamos las ventajas de cada uno para que elijas el que más se adecúe a tus objetivos.
No todo el mundo tiene las mismas necesidades, y queremos que encuentres la solución que mejor se adapte a tu situación.